Tener una correcta higiene personal es fundamental en todos los órdenes de la vida, pero en el trabajo es un aspecto que cobra especial importancia. Aunque pueda parecer un tema de sentido común, es posible que por falta de tiempo o dejadez haya buenos hábitos que no siempre aplicamos. Por ello desde Gi Group hemos querido recopilar los más importantes.
Pasamos gran parte de nuestro tiempo en el trabajo y por ello es fundamental que las condiciones en las que estemos sean las mejores posibles. La falta de higiene personal es un asunto que en algunos casos puede llegar a ser grave y generar un perjuicio importante el resto de los compañeros. De ahí que en ciertas situaciones extremas podría llegar a ser la causa de despido justificado.
El mantener un correcto cuidado personal no solo es necesario en trabajadores que se encuentran cara al público o en aquellos que tienen que manipular alimentos, sino en todos. Habitualmente se relaciona la higiene personal únicamente con ducharse diariamente, sin embargo, hay ciertas pautas más corrientes y no tan extremas que todos deberíamos de seguir:
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Mantener una adecuada higiene de las manos disminuye las posibilidades de transmisión de enfermedades como la gripe o el resfriado común entre los trabajadores.
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Evitar comer y beber mientras se realizado tareas o delante del ordenador, fuera de los tiempos de descanso, para evitar suciedad, olores o incluso distracciones que pueden acarrear algún peligro.
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Tener siempre a mano de los empleados pañuelos desechables y toallitas desinfectantes es siempre una buena medida para mantener la higiene personal en el trabajo.
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Contar con un pequeño neceser en la oficina con pasta y cepillo de dientes y desodorante, para poder asearte en el trabajo en el caso de que fuera necesario.
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Mantener una conducta cívica al utilizar correctamente los aseos y vestuarios comunes, también es una de las normas de higiene en el trabajo más básicas.
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Utilizar equipos de protección de barrera (guantes, mascarillas, batas…) siempre que la tipología del puesto así lo requiera, y en la forma adecuada, como por ejemplo quitando los guantes para realizar acciones como coger el teléfono.
Además, hay que ser conscientes de que contar con una correcta higiene personal afecta muy positivamente a nuestra imagen, y esta podría ser primordial para que se nos tenga en cuenta a la hora de ser promocionados en nuestra empresa. Estando perfectamente capacitados y cualificados para un puesto es posible que seamos automáticamente descartados si nuestra higiene o nuestra imagen no acompaña.
En definitiva, si queremos conseguir ser personas de éxito en el trabajo, debemos conservar unas buenas costumbres y cuidar esos pequeños detalles que nos permiten mejorar nuestra imagen en el entorno laboral.