Cuando hablamos de salario es habitual que a todos se nos venga a la cabeza el concepto económico y pensemos únicamente en el dinero que una persona recibe por realizar su trabajo en un determinado lugar. Pero hay que saber que no es el único.

Con las necesidades actuales de las empresas para atraer y retener el talento, surgió hace unos años el concepto de salario emocional, que cada vez cuenta con más relevancia y que se refiere a aquellas retribuciones que un trabajador puede conseguir de su empresa – sin carácter económico – y que están dirigidas a mejorar su bienestar y su calidad de vida.

Junto con la lógica retribución económica, el salario emocional es una de las herramientas que puede utilizar la empresa para mejorar la motivación, la implicación y el grado de compromiso de sus empleados; además de ser un elemento de gran ayuda para reducir el absentismo laboral. Cuando un empleado se siente feliz en su empresa, es menos probable que se vaya a otra por un salario mayor, de ahí que el salario emocional juegue un papel muy importante si queremos mantener nuestra plantilla intacta.

Algunos ejemplos de salario emocional podrían ser los siguientes:

  • Reconocimiento personal: A todos nos gusta que nos digan que nuestro trabajo está bien hecho. Que nuestro superior tenga alguna palabra de elogio hacia nosotros puede aumentar nuestra motivación, además de que por parte de la empresa esta acción a la par que sencilla es gratuita.
  • Teletrabajo: Esta iniciativa es una de las que más positivamente valoramos los empleados, ya que nos permite mejorar la conciliación laboral y evitar los inconvenientes del desplazamiento (gastos, estrés, tráfico).
  • Flexibilidad horaria: Una medida sencilla, sin coste para la empresa y que mejora en gran medida la productividad y la felicidad de los trabajadores. No todos trabajamos igual de bien en las mismas horas del día, así que no sólo es positivo porque fomenta la conciliación laboral, sino que también ayuda a incrementar el nivel de eficacia. La lástima es que hay ciertas actividades empresariales en las que esta modalidad no es posible.
  • Contar con un lugar de trabajo agradable: Si el espacio lo permite, contar con una zona donde los empleados puedan tomarse un descanso, o contar con oficinas de luz natural o presencia de plantas, puede ayudar a la hora de que se sientan más cómodos en el lugar de trabajo.
  • Favorecer la vida sana: Ofrecer servicios de fisioterapia, hacer alguna sesión de yoga, o disponer de una pequeña mesa de ping pong, son algunas de las acciones que podrían llevarse a cabo relacionadas con el deporte y la vida sana. Además de favorecer la felicidad, ayuda a reducir los niveles de estrés.

En Gi Group buscamos siempre el bienestar de todos nuestros trabajadores, de ahí que la puesta en marcha de las iniciativas de Gi Well vayan enfocadas a conseguirlo. Estos ejemplos son algunos de los muchos que las empresas pueden adoptar para implementar el salario emocional con el objetivo de mejorar la felicidad de todos los miembros de su compañía.