El pasado 1 de Octubre tuvo lugar el Día Internacional de la Sonrisa, una efeméride que se celebra desde hace 22 años, donde se insta a ser feliz y a transmitir la alegría a los que nos rodean. En el Gi Well de este mes queremos destacar los beneficios, no solo en el ámbito personal, sino también en el laboral; que aporta el reír y el sonreír.
A pesar de que reírse en el trabajo podría considerarse como una falta de atención a nuestras responsabilidades laborales, en los últimos años se ha constatado como la risa es un gesto que nos aporta numerosos beneficios, como la liberación de endorfinas que nos ayudan a eliminar el estrés, una patología que afecta a numerosos trabajadores y que, si se mantiene en el tiempo, puede conllevar a distintas enfermedades. Lo mismo pasa con la sonrisa, que es una herramienta que nos hace sentir mejor de una manera natural.
Cuando sonreímos o nos reímos, conseguimos mejorar nuestro sueño, liberamos tensiones que alivian los dolores musculares, nuestra tensión arterial disminuye y las relaciones con los demás son mucho mas positivas. En definitiva, nuestra vida es mejor.
Si nos centramos en los beneficios que la sonrisa y la risa nos aportan en el trabajo, podemos destacar los siguientes:
- Mejora el clima laboral, ya que cuando nos reímos y sonreímos, fomentamos un ambiente de cercanía y complicidad que hace que todo funcione mucho mejor. Trabajar en un entorno de confianza, facilita la comunicación, algo fundamental hoy en día en las empresas.
- Cohesiona equipos. Un beneficio para todos, ya que la sonrisa favorece la atracción entre personas, une a los compañeros y ayuda a eliminar o a minimizar cualquier tensión o conflicto que pueda surgir en el espacio de trabajo.
- Somos más productivos. Si estamos felices, nuestra cabeza piensa mejor y somos más creativos. Además, al minimizar el estrés y la ansiedad, conseguimos estar más motivados y más concentrados, lo que incrementa nuestra productividad.
- Potencia el sistema inmune. Cuando nos reímos y nos liberamos del estrés, conseguimos alejarnos de multitud de enfermedades que nos abocan a una baja laboral. Sentirnos fuertes y sanos, hace que nos sintamos más seguros y rindamos mejor.
En definitiva, sonreír y reír en el trabajo aporta numerosos beneficios, además de retener el talento y fomentar un espacio de trabajo atractivo para futuros empleados.