Recientemente hemos estado escuchando un término que facilita muchas veces a los candidatos la toma de contacto con el mundo laboral o con la empresa en la que desean trabajar en un futuro cercano. Hablamos de las jornadas o ferias de trabajo organizadas por universidades, empresas o incluso por instituciones del Gobierno.
¿Y qué utilidad tiene el hecho de acudir a una de estas ferias? Pues son innumerables. Este método ya lo usan en Estados Unidos desde hace tiempo, y lo hemos visto en algunas películas. Se trata de una forma directa de contactar con empresas y conseguir un trabajo, un LinkedIn de carne y hueso que nos da una mejor visión de lo que queremos.
En primer lugar, antes de acudir, debemos informarnos de qué compañías asistirán al evento y de sus procesos de selección abiertos para saber si cumplimos los requisitos que buscan. Una vez hecho esto, es muy importante adaptar nuestro currículum a la empresa y al puesto ofertado. No es lo mismo querer entrar en una agencia de publicidad que en una consultoría financiera, y debemos reflejarlo en nuestra carta de presentación.
Una vez allí, nuestra presencia debe ser impecable, nuestra vestimenta y lenguaje corporal son la entrada a nuevas oportunidades y debemos cuidarlos. Tenemos que estar preparados para responder a cualquier pregunta que se nos haga en una entrevista y para ello saber vendernos es esencial. Una técnica muy empleada en las ferias de trabajo es el “Elevator Pitch”, que consiste en venderse en un tiempo muy limitado, entre unos 30 segundos y 2 minutos como máximo. Se trata de aportar aquello que nos hace imprescindibles y atractivos en ese periodo de tiempo para así intrigar a quien nos entrevista, provocando que deseen saber más de nosotros.
También es recomendable asistir a todos los talleres que se impartan para empaparnos de la cultura empresarial y conocer los consejos que profesionales de recursos humanos nos facilitan para mejorar nuestra empleabilidad, así como mantener una actitud abierta para conseguir contactos que nos valdrán en el futuro.
Una vez finalizada la visita, no es mala idea escribir emails de agradecimiento a todas aquellas personas con quienes hayamos hablado e intercambiado contactos. Será un gesto muy valorado y apreciado que indica que tenemos interés y que, muy posiblemente, en un futuro, podría abrirnos las puertas de la empresa.