Bajo el lema “¡Camina con nosotr@s!, la Semana Europea de la Movilidad ha cerrado con éxito una nueva edición, centrada en la importancia de caminar, correr y pedalear de forma segura. Aprovechando su reciente celebración, en Gi Well queremos este mes destacar la importancia de elegir medios de movilidad sostenible a la hora de ir a trabajar.

Según un estudio publicado por la organización “Ecologistas en acción”, un gesto tan sencillo como caminar durante 2 kilómetros al día en lugar de usar el coche, ahorra cerca de 90 kilos de emisiones de CO2 al año. Teniendo en cuenta que el acudir cada día al trabajo es uno de nuestros principales motivos de desplazamiento, cambiar nuestros hábitos en este sentido puede promover la movilidad sostenible en gran medida.

La apuesta por la movilidad sostenible no solo se fundamenta en la búsqueda de la conservación del planeta, sino también en la protección de la salud pública. La contaminación atmosférica provoca multitud de enfermedades, muchas de las cuales producen la muerte de 7 millones de personas al año, según ha estimado la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es por ello que siempre que sea posible, es recomendable dejar el coche en casa y optar por ir al trabajo caminando, en bici o en transporte público. Quizás es menos cómodo, pero tiene múltiples ventajas:

  • Disminución de las elevadas tasas de accidentalidad in itínere, una de las principales causas de accidente laboral.
  • Reducción de los gastos directos que supone para una economía familiar el uso y tenencia de uno o varios automóviles.
  • Los beneficios de caminar o andar en bici son infinitos: previene problemas cardíacos, vasculares, el dolor de articulaciones u otras patologías psicológicas como la ansiedad y el estrés.
  • Contribuiremos a la disminución del tráfico y de las congestiones en las ciudades, disminuyendo así el riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía u otras como el cáncer del pulmón.
  • Cuando dejas de lado el sedentarismo y te conviertas en un andador o ciclista habitual, habrás establecido una rutina regular y te será más sencillo adoptar nuevos comportamientos saludables.

Es cierto que en muchos casos debido a las largas distancias y la falta de alternativas no nos queda más remedio que utilizar el coche para ir a trabajar. Pero si en tu caso la posibilidad de utilizar transporte público, caminar o andar es posible, sólo es cuestión de voluntad. ¡Deja de lado el sedentarismo y apuesta por la movilidad sostenible!