El Economista, uno de los principales periódicos de la prensa económica española ha publicado la semana pasada la entrevista realizada a Stefano Novaretto, Country Manager de Gi Group Empresa de Trabajo Temporal en España.

«Cuando en 2007 Stefano Novaretto entró a formar parte de Gi Group -multinacional de recursos humanos- en su Italia natal, pidió poder trabajar en el extranjero si mantenía una buena trayectoria en la empresa. Cuatro años más tarde, aterrizó en Madrid como gerente de área, en una época complicada para la compañía.

Poco después de su llegada, asumió el cargo de director general y desde mediados de 2013, la situación revirtió. De hecho, la entidad despidió 2015 con una facturación de casi 37 millones de euros, un 50% más que la registrada durante el ejercicio anterior.



Gi Group lleva presente en España desde 2008. ¿Qué balance hace la compañía de este tiempo?

Efectivamente, Gi Group compró la empresa en octubre de 2008. Era justo cuando comenzaba la crisis, pero España interesaba mucho porque el mercado temporal siempre ha sido un sector importante. Sin embargo, entre 2008 y 2011 tuvimos una crisis global y Gi Group Italia se centró en sobrevivir a nivel nacional. Al principio, únicamente se cambió el nombre a la empresa pero no se efectuaron operaciones a nivel estratégico. Luego en 2011, Gi Group España comenzó a reforzarse, pero era una época difícil. A partir del segundo semestre de 2013, las cosas empezaron a mejorar. Trabajamos sobre la estructura de la compañía para que se pareciera a la matriz, comenzamos a contratar a gente buena de la competencia y entraron clientes importantes, sobre todo del ámbito del automóvil y de call center.



¿Cómo ve el sector del trabajo temporal en España?

Cuando yo llegue al país en 2011, las entidades especializadas en este segmento eran casi 300. Muchas desaparecieron y otras cerraron oficinas. Nuestra referencia en la competencia son las tres compañías grandes en España: Manpower, Adecco y Randstad. Queremos jugar en esta liga, pero de otra manera porque somos más pequeños. Sin embargo, podemos ser más flexibles en costes. Este mercado en España es muy maduro y es complicado que salga un mercado nuevo, es decir, es difícil que existan empresas que aún no hayan utilizado nuestros servicios, lo que hace que para crecer haya que ir a robar segmento de negocio a los otros.



¿Se percibe cierta recuperación en el mercado laboral?

Desde finales de 2013 hemos notado una recuperación. Además, nuestro sector crece año tras año y eso es una señal positiva. Naturalmente, el paro sigue siendo muy alto. El crecimiento de nuestro mercado no es tan alto, pero en 2015 el trabajo temporal encontró más puestos respecto a los canales convencionales, así que eso es un logro. El año pasado fue un periodo de gran desarrollo, después de un 2014 muy bueno. Yo creo que 2016 viene con la inercia de 2015, pero sí es cierto que se nota algo de incertidumbre política… Si la situación política se equilibra, económicamente España puede seguir creciendo con tranquilidad.



¿Cuáles son los retos de las ETT de cara al futuro?

Estar más reconocidas a nivel social, no como los que se aprovechan de la gente sino como una ayuda de verdad y tener más peso en las decisiones relativas al mercado laboral. Nosotros estamos en la junta directiva de la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal (Asempleo) y el objetivo es que tengamos más peso en la toma de decisiones.



¿Qué necesita España en lo relativo al mercado laboral?

Las bases están. Habría que trabajar algo en la reforma laboral, pero no cambiarla. Mi miedo es que eventualmente cada curso político quiera transformarla completamente. Que se trabaje más el detalle de la reforma, pero que se haga hablando con las ETT porque somos el mayor espejo del país.»